DESCATALOGADO
Esta Ella se deja caer en el suelo de su cuarto de baño y llora. Se ha mudado a ningún lugar y le escuece la garganta. Le duele su Yo difuminado y su Él al que no le nacieron las ganas en el estómago. Todo le falla.
De las mil maneras de matarse elige la de la cámara lenta, la de la señal de auxilio en medio del desierto, la de la pena a la altura del postre, la de la bilis.
Unos meses después, entre muerte y muerte, piensa ¿Por qué llorar pudiendo escribir? Y de ahí, Muertes Inéditas, una cascada de llantos del que pierde lo que no ha tenido. De ahí, el Suicidio en cinco pasos, el viaje fugaz del que tropieza una y otra vez. De ahí, las Estupideces numeradas del que se cruza con una certeza a la vuelta de la esquina. De ahí, el empeño de la Contraescritura barnizada. De ahí, la rabia de las Rimas en crisis que le crecen a un país enfermo de sí.
Al final, un Trailer del después, un entierro al Fénix, un canto a la lista de sueños pendientes. Una resurrección.
MARTA MARTÍNEZ CARRO. Nació en abril de 1985, un año común comenzado en martes. Aquel año España firmó la convención de la ONU contra la tortura, Microsoft lanzó al mercado su primera edición de Windows y en las radios sonaba We are the world. No hubo grandes guerras, revoluciones históricas ni descubrimientos excepcionales. Por no ser, ni fue un gran año vinícola ni fue bisiesto.
Creció con normalidad hasta el metro sesenta y estudió periodismo por vocación aunque su madre soñaba verla ingeniera.
En la actualidad compagina la edición de su página web www.cerodeinteres.com con colaboraciones en la web cultural www.llegirencasdincendi.es y en otra de creación literaria www.contraescritura.com.
Como duerme poco, completa sus horas de trabajo con la elaboración de su tesis doctoral sobre fotoperiodismo y ética.